DIGITALIZAR LA EMPRESA, EL CAMBIO NECESARIO
Digitalizar la empresa es mucho más que realizar una web o acción en redes sociales.
En los últimos años el concepto de “digitalizar la empresa” se repite como una mantra, y si bien por un lado existe el convencimiento generaliza de que hay que hacerlo para no quedarse atrás, a menudo no visualizamos exactamente cómo aplicarlo en nuestra casa ni exactamente a qué nos referimos con estas palabras, más aún cuando las ayudas del Kit Digital se nos presentan como una oportunidad.
Y es que digitalizar la empresa es mucho más que realizar una web o acción en redes sociales.
Los hoteles han sido pioneros en la digitalización de sus procesos, desde la venta online a los programas de gestión hotelera integral, y ya hace años que es difícil encontrar un establecimiento que no tenga un alto nivel de digitalización.
Es muy distinto cuando hablamos de restauración. De entrada todavía hay una parte todavía significativa de restaurantes no tiene web, ni posibilidad de realizar reservas online u otras opciones que hace tiempo que están disponibles en el mercado.
Debemos tener claro que las herramientas de comunicación digital no son la transformación en profundidad donde habría que poner el foco actualmente, mientras sí que lo son aquellas herramientas que nos permiten cambiar los diferentes procesos y prepararnos para un futuro que ya está aquí.
¿Y cómo hacerlo?
En primer lugar debemos concebir una estrategia global, no limitarnos a incorporar tecnología en ámbitos aislados, sino en el conjunto de los procesos de la empresa, y especialmente en todas las tareas repetitivas y que implican compartir información.
Lograremos así un aumento de la productividad, minimizaremos los errores y podremos llevar un control estricto de las ventas, compras, escandallos o control de stocks entre otros.
Hoy en día existen en el mercado fiables y probados softwares de gestión, con TPV, estadísticas, stocks, compras y enlaces contables, que pueden integrar “comanderas” digitales y pantallas de cocina.
Una revolución total en la forma de trabajar, que recorta tiempo, minimiza errores y facilita el control sobre todos los aspectos de nuestro negocio.
¿Problemas? Ninguna, con la actitud adecuada. Si bien a menudo el cambio causa cierta resistencia al obligarnos a salir de nuestra zona de confort y realizar nuevos aprendizajes, las ventajas son tantas, y tan rápidamente perceptibles, que no tardaremos en adaptarnos a las nuevas formas de trabajo.
¿Y cuándo hacerlo?
Ahora. Es el momento y además existen muchas líneas de ayudas para la digitalización, que te facilitarán dar este paso, imprescindible para la modernización de tu empresa.
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